Introducción
Los caudalímetros de líquidos y gases son los dos tipos de caudalímetros. Los líquidos se miden normalmente en términos de caudal volumétrico, mientras que los gases se miden en términos de caudal másico, debido a las variaciones de propiedades entre líquidos y gases. Aunque algunos sistemas volumétricos pueden registrar el caudal de los gases, el caudal totalizado puede resultar problemático. La tecnología de detección de caudal másico suele ser la mejor solución cuando se mide aire u otros gases, especialmente en aplicaciones críticas.
El clorhídrico gaseoso se produce como subproducto de la fabricación del producto químico intermedio MDI, crucial en el sector del plástico.
Se recicla y se envía a la división de cloro de la planta química de la instalación en una concentración del 32%. Introduciendo ácido diluido en los absorbedores de HCI se puede alcanzar la concentración deseada. La cantidad de gas HCI debe controlarse a la entrada del absorbedor para cargarlos uniformemente y suministrar la cantidad necesaria de ácido diluido.
Actualmente, la instalación no puede funcionar sin medición de caudal. Esto se ha hecho tradicionalmente con un medidor de presión diferencial debido al criterio particular de fiabilidad de la medición. Sin embargo, incluso este equipo de medición supuestamente fiable tenía una vida útil limitada. En particular, los pequeños tubos del transductor de presión se mostraban muy propensos al desgaste. Como consecuencia, se produjeron varias fugas. Hubo que parar el proceso para realizar tareas de mantenimiento, lo que requirió mucho tiempo y esfuerzo, ya que hubo que vaciar y limpiar las tuberías a alta presión.
Gracias al caudalímetro de gas electromagnético no invasivo, estas molestias son ya cosa del pasado. Una pequeña presión negativa de -20 mbar en la posición de medición no afecta al caudalímetro. Los caudales registrados se introducen en el sistema de control del proceso, que posteriormente regula la cantidad de ácido diluido inyectado.
Singularidad de un caudalímetro electromagnético
Los caudalímetros electromagnéticos, también conocidos como caudalímetros magnéticos o magmímetros, tienen una gran demanda porque presentan menos obstrucciones en la tubería, son rentables para productos químicos y lodos muy agresivos y proporcionan mediciones de caudal volumétrico muy precisas. Los caudalímetros electromagnéticos están disponibles en distintos materiales de revestimiento, configuraciones de electrodos y diámetros de línea para adaptarse a una amplia gama de aplicaciones. También pueden medir fluidos y gases en ambas direcciones y son muy buenos para medir caudales volumétricos tanto a bajo como a alto caudal.
Los sensores de los caudalímetros electromagnéticos, situados en línea, miden la tensión inducida por el paso de fluidos y gases hostiles a través de la tubería. También cuenta con un transmisor que trabaja en tándem con el sensor, traduciendo la tensión del sensor en mediciones de caudal y transfiriendo después las mediciones de caudal a un sistema de control.
Medición del caudal y la concentración de medios agresivos
En la producción de productos intermedios, fertilizantes, polímeros y otras especialidades químicas, los ácidos sulfúrico, nítrico, clorhídrico, fluorhídrico y otros, así como los cáusticos, se utilizan ampliamente como productos químicos de base. Debido a la agresividad de los medios, las tecnologías de medición húmedas son siempre vulnerables a la corrosión, y son propensas a futuros fallos y fugas en las tuberías.
El caudalímetro electromagnético se monta en el exterior de la pared de la tubería, lo que elimina estos problemas y proporciona al operario de la planta unos caudales másicos precisos y fiables que, además, no requieren mantenimiento. Sus analizadores ultrasónicos de procesos pueden supervisar la fuerza ácida o cáustica, así como proporcionar un control de calidad en tiempo real.
Características de un caudalímetro electromagnético
Los caudalímetros electromagnéticos se distinguen de los de la competencia por sus rasgos o cualidades distintivos, que se basan principalmente en sus principios de funcionamiento y su mecanismo. Debido a estos principios, el caudalímetro electromagnético es el más solicitado por las plantas de procesamiento de HCL en todo el mundo;
- Dispone de varios electrodos que detectan la densidad, la viscosidad y los componentes de materia de los líquidos.
- Dispone de sensores que pueden conectarse sobre la marcha.
- El mantenimiento, la instalación y la limpieza son sencillos, ya que el tratamiento de las aguas residuales requiere un caudalímetro fácil de utilizar.
Ventajas
- Medición de caudal precisa y fiable sin contacto con el medio.
- No hay pérdida de presión, ni desgaste por el medio abrasivo, ni posibilidad de fugas.
- Sin necesidad de utilizar tuberías, el sistema de medición puede instalarse, configurarse y realizar las reparaciones o el mantenimiento necesarios.
- No habrá interrupciones en el proceso.
- Regulación de la concentración coherente y fiable
Conclusión
Como se ha mostrado anteriormente, para que una planta obtenga lecturas precisas en las mediciones de HCL en su proceso de producción es imprescindible que dichas plantas adquieran un caudalímetro electromagnético. Es una forma segura de medir los flujos del medio corrosivo y agresivo, ya que elimina la necesidad de intervención humana física en el proceso de medición.
El caudalímetro electromagnético también tiene características como un tablero de lectura, acceso Wi-Fi y otras que ayudan a que dé lecturas muy precisas del medio que está procesando. Es una sabia elección utilizar uno en sus plantas.